“Juan Carlos Pikabea se ha convertido en un embajador del paisaje navarro por todo el mundo. Artista de trayectoria ya consolidad, ha demostrado sobradamente su oficio al mismo tiempo que su capacidad de emoción y de emocionar a los demás frente a la naturaleza y al paisaje.”

Asunción Domeño Martínez de Morentin

Doctora en historia del arte
Universidad de Navarra

 

 

“El pintor navarro Juan Carlos Pikabea zubiri es una referencia imprescindible dentro de lo que se puede llamar la nueva pintura figurativa.

Sus paisajes rurales y urbanos nos presentan a su juicio lo más romántico de nuestro entorno, Pikabea se decanta por un paisaje impresionista, retrata a la naturaleza con una pincelada suelta, pero firme, va tranzando pequeñas formas que desvelan la imagen final.

Pikabea es un observador de la naturaleza, y a ella roba los tonos que le exigen sus paisajes según la atmosfera que quiera lograr. Su oficio y su capacidad de verla son claves en su pintura, colorista y ágil como la de los maestros impresionistas “

Alicia Ezker Calvo

Periodista y escritora
Diario de noticias

 

 

«Estudioso infatigable de la naturaleza y trabajador nato, siempre atento a las enseñanzas que le brinda la propia naturaleza, ha conseguido definir una sólida trayectoria que lo sitúa merecidamente en la esfera de aquellos pintores que , a lo largo de varias generaciones, han configurado la llamada “escuela del Bidasoa” con figuras señaladas como las de JoséSalís, Francisco Echenique, Gaspar Montes Iturrioz, Menchu Gal o Juan Larramendi»

Asunción Domeño Martínez de Morentin

Doctora en historia del arte
Universidad de Navarra

 

 

“Pikabea se ha consolidado como uno de los mayores paisajistas de Navarra y del País Vasco, tras un aprendizaje autodidacta que le ha llevado a ser uno de los más destacados maestros pictóricos nacidos en estas tierras navarras.
Pikabea interpreta con una personalísima visión la luz el color del paisaje navarro y vasco, de sus montes, ríos y valles…e incluso de sus gentes.
Al pintor de Lesaka le bulle la pintura con la fuerza de su Bidasoa del alma y sabe reflejar el esplendor de su tierra y de la vida que alimenta el agua de su rio, del rio que le lleva a ser un testigo de la vida que se queda para siempre enmarcada.”

Vicente Perez

Diario ABC

 

 

“No permanezco impasible ante un lienzo de Juan Carlos Pikabea(Lesaka.1964). Es más, me inquieta su obra, me conmueve, me alegra, me relaja: es decir un mismo cuadro es capaz de producirme múltiples sensaciones. Supongo que dependerá de mi estado de ánimo en cada momento. O quizás no. Es posible que sea el propio pintor el culpable de las distintas sensaciones que sus impresionistas paisajes producen en mí.
No sé si debo agradecer a Juan Carlos por obligarme la reflexión al situarme ante cada una de sus obras, cuando uno ya tiene todo el día por delante para inquietarse ante la realidad de la vida cotidiana, o darle gracias por el bien que me hace. Pensándolo mejor me inclino por este último. Porque la pintura debe sugerir. Con Juan Carlos Pikabea la sugestiónestá asegurada.”

José María de Juana

Radio Nacional de España y Cambio 16

 

 

“SI Antonio Machado fue quien mejor evoco los campos de Castilla, Juan Carlos Pikabea es uno de los grandes retratistas de las tierras navarras.

Retratista porque reconoce el carácter de los paisajes y lo plasma en el lienzo casi escultórico.Pikabea sabe trascender el paisajismo en busca del espíritu de cada palmo de tierra y agua para retratarlos con pulso firme y mirada serena.

“Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla

Y mi huerto claro donde madura el limonero:

Mi juventud, veinte años en tierra de Castilla”

Es el inicio del poema retrato de Machado para descubrir sus tierras de arraigo. En Pikabea obras como la catedral de Pamplona o Paisaje del Bidasoa constituyen los versos pictóricos que el autor dedica a sus raíces. Y lo hace con todo el lirismo de un carácter sosegado que busca la armonía.

No hay espectacularidad, ni exacerbación, ni retorica en sus cuadros. La visión de Pikabea mira con realismo y respeto, desde la sencillez.

Su temperamento equilibrado agrupa los tonos en pinceladas sueltas que recogen ecos impresionistas. El pintor huye de la exageración y tiñe su obra de dignidad y mesura. La combinación que permite alcanzar la elegancia.

“Tierra triste y noble.

La de los altos llanos y yermos y roquedas.

De campos sin arados, regatos ni arboledas” escribe Machado para pintar las orillas del Duero.

El puente de la Magdalena o Rio Bidasoa en Endarlaza son los versos sin palabras y en colores de Pikabea. Dos miradas serenas que buscan poner el acento con la pluma y con el lienzo, en paisajes que habitualmente pasan desapercibidos.

La visión limpia de Pikabea y Machado enfrentan la cotidianeidad y la criba por el cedazo del realismo mágico. Los efectos atmosféricos, luminosos realzan el naturalismo con una filiación romántica. Machado interpela a la tierra en sus versos. Pikabea la moldea, la desnuda, la muestra sin artificios para que sea la tierra, a través del cuadro quien interpele al espectador.”

Dámaso Munarriz

 

 

Un niño coge un pincel
y empieza a colorear el mundo,
pues comprende que las palabras no bastan
para nombrar la luz y susignificado.

  

El ocre no existió
hasta que fue pintado por el otoño,
ni las aristas del tejado
cortaron el aire
hasta que se inventó
la perspectiva del marco finito.

 

El paseo ofrece valles, ríos,
cercados, cabañas, nieves
águilas y rastrojos,
mas el pintor contempla
rojo cadmio, azul Prusia, magenta,
blanco titanio o malva de carmesí.

 

El niño se hace adulto
y aprende a dominar
el compendio de la luz,
los ángulos, la sombra y la atmósfera.

 

Juan Carlos Pikabea dio su nombre al niño,
y éste inundó las pupilas
de Juan Carlos Pikabea
con esta mirada limpia
que hace renacer el mundo
Cada vez que coge un pincel
y lo humedece en la paleta de su alma.

 

Pako Aristi

Escritor